Los Tuatha Dé Danann,- en gaélico ” el pueblo de Danu ” -, llegaron a Irlanda trayendo con ellos la Piedra del Destino, llamada Lia Fail, la cual emplazaron en el Montículo de Tara, donde fueron ungidos posteriormente los legítimos Reyes de Irlanda.
También trajeron la Lanza de Lug, que aseguraba la victoria a quien la blandía e igualmente la Espada de Nuada, o Espada de Luz, de la que nadie podía escapar, así como el caldero de los Dagda o Caldero de la Abundancia, que no dejaba a nadie insatisfecho.
Cuenta la Leyenda, que arribaron a la Verde Erinn en barcos voladores envueltos en una densa nube oscura y que inicialmente no pudieron aterrizar, debido a que los gigantes Fomores, habían creado un campo de energía que no podían penetrar.